Resolución 207 de 2024: Un Paso Crucial para el Tamizaje Neonatal en Colombia
jueves 11 diciembre 2025
La Resolución 207 de 2024, expedida por el Ministerio de Salud y Protección Social, establece lineamientos técnicos y operativos para implementar el Programa de Tamizaje Neonatal en todo el país. Esta norma define qué pruebas deben realizarse a cada recién nacido, cómo deben aplicarse y cuáles son las responsabilidades de las instituciones de salud.
Su principal objetivo es garantizar la detección temprana y oportuna de diversas condiciones congénitas, con el fin de activar intervenciones diagnósticas y terapéuticas inmediatas, contribuyendo a la salud integral de los recién nacidos y su familia.
Las líneas de tamizaje definidas dentro de la resolución son:
– Endocrino-metabólico
– Hipotiroidismo congénito
– Tamizaje auditivo neonatal
– Tamizaje visual neonatal
– Detección de cardiopatías congénitas
¿Por qué es importante esta resolución?
El tamizaje neonatal es una de las intervenciones de salud pública más costo-efectivas del mundo. Detectar una enfermedad congénita antes de que se manifiesten los síntomas cambia por completo el pronóstico del niño, evitando discapacidades físicas, intelectuales o sensoriales, disminuyendo hospitalizaciones, complicaciones severas y con ello previniendo muertes a raíz de tratamientos oportunos y a tiempo.
La Resolución 207 de 2024 busca que esta oportunidad esté disponible para todos los recién nacidos del país, sin importar su región, EPS o condición socioeconómica.

Retos de implementación
Aunque la resolución es un avance significativo, su ejecución implica desafíos que el sistema debe abordar, como lo es el fortalecimiento de laboratorios y capacidad diagnostica que permita implementar pruebas en las primeras 48 a 72 horas tanto en zonas urbanas como en zonas rurales. El tamizaje es solo el primer paso, el gobierno deberá consolidar redes efectivas para confirmación diagnóstica, acceso oportuno a especialistas y tratamientos continuos.
Implementación institucional y operativa
– El programa se aplica a través de las entidades del sistema de salud: EPS, IPS, laboratorios acreditados, e instituciones que conforman la Red Nacional de Laboratorios.
– El papel del Instituto Nacional de Salud (INS) como Centro Nacional Coordinador del tamizaje: definirá directrices, coordinará la Red Nacional de Laboratorios, y asesorará mediante mesas de expertos.
– Se articula con el sistema de vigilancia en salud pública (SIVIGILA) para seguimiento de defectos congénitos y notificación de casos.
– Se debe solicitar consentimiento informado y protección del interés superior del niño regula los aspectos éticos del menor, donde los representantes legales del recién nacido deben recibir información clara y suficiente sobre el tamizaje.
– En caso de rechazo al tamizaje por parte de los representantes, el profesional de la salud puede decidir realizarlo si considera que es lo mejor para el interés superior del niño, dejando registro en la historia clínica.
Impacto potencial: salud, equidad y prevención
Si la norma se implementa de forma eficiente, el Programa de Tamizaje Neonatal puede tener un impacto profundo y positivo en varios frentes:
– Facilita la detección oportuna de enfermedades congénitas, muchas de ellas tratables si se diagnostican tempranamente lo que puede reducir mortalidad infantil, discapacidades, y mejorar la calidad de vida.
– Establece un estándar nacional, homogéneo y sistemático para tamizaje neonatal.
– Refuerza la responsabilidad estatal de garantía del derecho a la salud y la protección especial de niños, niñas y adolescentes.
– Ahorro en costos de salud a largo plazo, dado que tratamientos tempranos suelen ser más económicos que cuidados paliativos o intervenciones tardías.
– Promoción de equidad en salud, garantizando derechos fundamentales como la salud, especialmente para poblaciones vulnerables o en zonas remotas.

La Resolución 207 de 2024 marca un hito para la salud infantil en Colombia. Es una apuesta por la prevención, por la equidad y por la intervención temprana basada en evidencia. Su éxito dependerá de la capacidad del sistema de salud para garantizar una implementación real, uniforme y de alta calidad en todos los territorios.
Este programa representa un compromiso como país donde se espera que ningún recién nacido enfrente una enfermedad detectable y tratable sin tener la oportunidad de un diagnóstico temprano. Es, en últimas, un acto de justicia sanitaria que puede transformar vidas desde el inicio.
