Diagnóstico molecular y prevención: clave en ITS y salud pública
martes 19 agosto 2025

La salud pública enfrenta retos crecientes ante la expansión de infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente el Virus del Papiloma Humano (VPH), cuya prevalencia afecta de forma desproporcionada a poblaciones vulnerables. Frente a este panorama, el diagnóstico oportuno y completo, soportado en guías de práctica clínica (GPC), se convierte en una herramienta de impacto estratégico no solo para la salud individual, sino también para la salud colectiva. Las pruebas moleculares, especialmente la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), han transformado la capacidad del sistema de salud para detectar, tratar y prevenir enfermedades de alta carga social, como el VPH, el VIH, la sífilis, el herpes genital, gonorrea, clamidiosis y otras ITS. Su implementación mejora la pertinencia de las decisiones clínicas, fortalece la vigilancia epidemiológica y garantiza una atención basada en evidencia para grupos históricamente marginados como trabajadores sexuales, personas transgénero, hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y población privada de la libertad.
El diagnóstico temprano: un puente entre la clínica y la prevención:
Detectar una ITS en fase temprana significa interrumpir cadenas de transmisión, evitar complicaciones crónicas y reducir costos para el sistema de salud. En el caso del VPH, la infección persistente por genotipos de alto riesgo es el principal factor etiológico del cáncer de cuello uterino, segunda causa de muerte por cáncer en mujeres en América Latina (OMS, 2022).
El diagnóstico convencional de las ITS enfrenta diferentes desafíos que limitan su eficacia clínica, esto es debido a que muchas ITS cursan de forma asintomática, lo que dificulta su detección temprana mediante pruebas convencionales como los son el cultivo, la microscopia o las pruebas serológicas. Estas pruebas presentan algunas dificultades como baja sensibilidad, lo que puede retrasar el inicio de tratamiento oportuno, favoreciendo a la progresión de la infección y la diseminación de la enfermedad, por lo cual estas limitaciones hacen un llamado a adoptar tecnologías diagnósticas más sensibles, específicas y rápidas como las pruebas moleculares para optimizar el manejo de las ITS.
Las pruebas de PCR permiten identificar la presencia del virus incluso en fases asintomáticas, con una sensibilidad superior al 90 % en comparación con la citología convencional. El uso de herramientas como la PCR permite, además, discriminar entre los diferentes genotipos del virus, diferenciando entre aquellos de bajo riesgo (como los tipos 6 y 11) y los de alto riesgo (16, 18, entre otros), lo que mejora significativamente el manejo clínico y la toma de decisiones en programas de tamizaje y seguimiento.
El diagnóstico molecular de otras ITS podría hacer la diferencia en detección temprana de endometritis, salpingitis e inflamación pélvica, infertilidad tubárica secundaria, infecciones por transmisión materno-neonatal, aborto, muerte fetal y parto prematuro, entre otras.
GPC y diagnóstico en poblaciones de alto riesgo: pertinencia e inclusión
Las Guías de Práctica Clínica (GPC) tienen como fin brindar recomendaciones sistematizadas para mejorar la atención en salud. En el caso del VPH y otras ITS, las GPC en Colombia y en varios países de la región recomiendan el uso de pruebas moleculares en poblaciones con mayor vulnerabilidad, dado que presentan prevalencias elevadas, múltiples coinfecciones y menor acceso a servicios de salud (Ministerio de Salud y Protección Social, 2013).
Aplicar pruebas PCR en estos grupos permite una intervención médica oportuna y con enfoque diferencial. Por ejemplo, en mujeres trans o HSH con prácticas de sexo anal receptivo, se recomienda la toma de muestras anorrectales para detección de VPH y otras ITS como gonorrea o clamidiosis, lo que raramente se hace con métodos tradicionales. Estas estrategias permiten superar barreras estructurales, brindar atención basada en el riesgo y garantizar que la prevención no sea un privilegio, sino un derecho.
El implementar este tipo de GPC, permite optimizar el diagnóstico, haciendo que este sea oportuno y accesible, mejorando los tiempos de inicio del tratamiento, reducción de la transmisión, complicaciones de las ITS como la infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica, daño neurológico y el riesgo de coinfección con VIH. Además de esto, mejora los desenlaces clínicos, evita tratamientos empíricos y contribuye al control epidemiológico en la población.
PCR y salud pública: una herramienta para la equidad y la sostenibilidad
La capacidad de la PCR para detectar múltiples agentes en una sola muestra ha demostrado ser fundamental no solo en la práctica clínica, sino en la gestión eficiente de recursos en salud. En escenarios de alta prevalencia de ITS, los diagnósticos sindrómicos tradicionales (basados en signos y síntomas) presentan altas tasas de error, lo que conlleva tratamientos inadecuados, incremento de la resistencia antimicrobiana y un mayor riesgo de secuelas.
Estudios como el de Gómez-Ramírez et al. (2022) han evidenciado que una estrategia diagnóstica basada en pruebas moleculares reduce hospitalizaciones, disminuye reingresos y acorta la estancia hospitalaria, lo cual se traduce en sostenibilidad para el sistema. Así, la PCR no solo tiene valor clínico, sino impacto directo en indicadores de eficiencia institucional.
Integración con programas de salud sexual y reproductiva
Uno de los beneficios más estratégicos del diagnóstico molecular, particularmente de tecnologías como la PCR, es su capacidad de integrarse de forma transversal con los programas de salud pública, en especial aquellos enfocados en salud sexual y reproductiva. Esta integración no solo mejora la eficiencia del sistema, sino que potencia el impacto clínico y social de las intervenciones. Actualmente, numerosas instituciones de salud en América Latina y otras regiones priorizan el uso de pruebas moleculares como parte del tamizaje ampliado en poblaciones de alto riesgo, tales como mujeres viviendo con VIH, gestantes adolescentes o personas con múltiples parejas sexuales. Estas poblaciones presentan una mayor susceptibilidad a la infección persistente por el VPH y a la progresión hacia lesiones intraepiteliales de alto grado y cáncer.
La inclusión de la PCR como componente rutinario del tamizaje permite detectar infecciones asintomáticas y multicausales, muchas veces invisibles a métodos tradicionales, lo que viabiliza una atención más oportuna, precisa y adaptada al perfil de riesgo de cada paciente. Además, fortalece la articulación con estrategias complementarias de salud pública como la vacunación contra el VPH, la oferta de métodos anticonceptivos, la promoción del autocuidado, la consejería en prácticas sexuales seguras y la educación comunitaria con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos.
En este contexto, el diagnóstico molecular no se limita al ámbito clínico, sino que actúa como un catalizador de intervenciones integrales que promueven la equidad, previenen desenlaces graves y consolidan sistemas de salud más proactivos, coordinados y centrados en la persona.
Conclusión
Las pruebas moleculares, en particular la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), se consolidan como herramientas diagnósticas de altísimo valor para enfrentar los desafíos clínicos y epidemiológicos de las infecciones de transmisión sexual (ITS), como el virus del papiloma humano (VPH). En poblaciones de alto riesgo, donde la detección precoz y la intervención temprana pueden marcar la diferencia entre el tratamiento oportuno y la progresión a enfermedades graves, la capacidad de la PCR para identificar material genético viral con alta sensibilidad y especificidad representa un avance incuestionable.
Desde una perspectiva de gestión en salud, la implementación de estas tecnologías no solo responde a criterios de pertinencia clínica, sino que además optimiza la eficiencia operativa. Disminuye la carga de enfermedad derivada de errores diagnósticos o tratamientos inadecuados, y reduce los costos asociados a la no calidad, como complicaciones evitables, hospitalizaciones innecesarias o seguimiento clínico prolongado.
Además, el diagnóstico molecular posibilita la integración de atributos esenciales como el acceso equitativo, la oportunidad en la respuesta clínica y la seguridad del paciente. Esto es particularmente relevante en modelos de atención centrados en el riesgo, como los programas de salud sexual y reproductiva o las estrategias de prevención secundaria en cáncer cervicouterino.
En contextos donde los sistemas de salud enfrentan presiones crecientes por su sostenibilidad, las decisiones basadas en evidencia y costo-efectividad se tornan cruciales. En este sentido, las pruebas moleculares no son solo una solución diagnóstica, sino un verdadero habilitador para lograr resultados en salud con enfoque poblacional, favorecer la equidad, y garantizar procesos de mejora continua, impacto epidemiológico y uso racional de los recursos disponibles.
Referencias
-Gómez-Ramírez, O., Arbeláez, M. P., & Hernández, D. C. (2022). Impacto de la resistencia bacteriana en los resultados clínicos y económicos en hospitales de alta complejidad en Colombia. Revista Colombiana de Infectología, 26(3), 123–131. https://doi.org/10.22354/in.v26i3.1348
-Kumar, A., Roberts, D., Wood, K. E., Light, B., Parrillo, J. E., Sharma, S., … & Cheang, M. (2006). Duration of hypotension before initiation of effective antimicrobial therapy is the critical determinant of survival in human septic shock. Critical Care Medicine, 34(6), 1589–1596. https://doi.org/10.1097/01.CCM.0000217961.75225.E9
-Ministerio de Salud y Protección Social. (2013). Guía de Práctica Clínica para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual. https://www.minsalud.gov.co
-Rodríguez-Baño, J., Paño-Pardo, J. R., Alvarez-Rocha, L., Asensio, Á., Calbo, E., Cercenado, E., … & Garnacho-Montero, J. (2020). Programas de optimización de uso de antimicrobianos (PROA) en hospitales españoles: Documento de consenso GEIH-SEIMC, SEFH y SEMPSPH. Revista Española de Quimioterapia, 33(2), 102–119. https://doi.org/10.37201/req/019.2020
-Organización Mundial de la Salud. (2022). Human papillomavirus (HPV) and cervical cancer. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/human-papillomavirus-(hpv)-and-cervical-cancer
-Lam Díaz, R. M., & Hernández Ramírez, P. (2008). Los términos: eficiencia, eficacia y efectividad ¿son sinónimos en el área de la salud? Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia, 24(2), mayo-agosto. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-02892008000200002